si un radiador tiene una fuga, se puede taponar… ¡echando pimentón! ¿Quieres saber qué otras ‘chapuzas’ hacen algunos compraventas para ‘maquillar’ un V.O. antes de ponerlo a la venta?
Desconfía de aquellos V.O. cuyo precio de venta esté muy por debajo del de mercado, ya que casi siempre ocultan algo”, nos indican los expertos. Y es que “aunque hoy día se ‘maquillan’ coches de todos los precios… es más habitual localizar estos trucos ’sucios’ y peligrosos en modelos usados con más de seis años y un precio inferior a 6.000 €”, aseguran los entendidos. Pero, D.B., compraventa con más de 20 años de experiencia, va más allá: “este tipo de vehículos suelen ofrecerlos particulares que, en su tiempo libre, compran y venden automóviles usados -los ‘arreglan’ de la forma más barata posible y los anuncian por Internet sin ofrecer garantía- para obtener un beneficio rápido”. Te contamos los trucos más empleados para ocultar averías y cómo descubrirlos.
Cinta aislante para ‘ocultar’ testigos de averíaSe hace para evitar que se vea cualquiera de los testigos de avería que hay en el cuadro de mandos. Cuando un testigo se enciende, indica que existe alguna anomalía en algún sistema o en el motor, y avisa tanto si se trata de una avería grave, de una falsa alarma o de un simple fallo en un sensor o en la centralita que lo gobierna. Cuando es un problema caro de reparar, para que el testigo no delate la avería, se puede desmontar el cuadro de instrumentos para quitar la bombilla que da luz al testigo… o, si no es posible quitarla, se tapa con cinta aislante por la parte posterior del cuadro -e incluso se pinta de negro-.
Cómo descubrirlo. Busca muescas en la zona del cuadro que pudieran indicar que ha sido desmontado. Si no, sólo podrías descubrirlo si aprecias alguna anomalía en el funcionamiento del sistema en cuestión o del motor.
¿Qué puede pasarte? Borrar un fallo de la centralita por una falsa alarma puede costar desde 40 €, y cambiar un sensor de 50 a 200 €. Si es una avería grave del motor, puede ser desde un fallo que se solucione con una reprogramación -desde aprox. 150 €- a cualquier avería electrónica del motor -inyección, encendido…-: te costará desde 200 €-.
Pimentón o aditivos para tapar fugas
Se introducen en el circuito de refrigeración -por el depósito del líquido refrigerante- para tapar las fugas del radiador. Lo más común hoy en día “es usar productos químicos que taponan la fuga… pero, ojo, al final ésta termina por reproducirse; además, ‘los tapafugas’ pueden obstruir la circulación del líquido refrigerante por el sistema. Hace 20 años su echaba pimentón en polvo, que es un ‘tapafugas’ casero; hoy, todavía se ve en algún coche…”.
Cómo descubrirlo. Es muy difícil: la única forma es agacharse para inspeccionar los bajos del vehículo y comprobar si existen rastros de fugas -dejan marcas de agua-… Si han limpiado estos restos, nunca lo detectarás.
¿Qué puede pasarte? Los tapafugas pueden dar buen resultado a corto plazo, pero si no reparas completamente el radiador -desde 100 €- o no lo sustituyes -desde 300 €-, la fuga se reproducirá y el coche se quedará sin agua. Si ocurre, se quemará la junta de culata -cambiarla te costará aprox. 500 €- y, si no te detienes de inmediato, se quemará el motor -desde 2.500 €-.
Aditivos… o serrín en el cambio
En cajas de cambio que, por desgaste, hagan ruido o no engranen bien las marchas, se añaden aditivos específicos antifricción -tipo Metalube Transmisiones, desde 30,5 €/ bote 120 ml- al aceite del cambio para suavizar el ruido y el manejo. Hace unos 15 años -y ahora, “sólo en casos muy puntuales”, según nos indica algún mecánico-, se lograba el mismo efecto… añadiendo serrín a la valvulina.
Cómo descubrirlo. No podrás distinguir el aditivo ni aunque compruebes el estado del aceite (para ello, tienes que vaciar su depósito -se encuentra en los bajos del coche-; teóricamente no hace falta sustituirlo nunca. El aceite del cambio también se conoce como valvulina). Si añaden serrín, sólo podrás sospechar si éste es muy denso: ya que se ‘muele’ al pasar por los engranajes del cambio y se mezcla con el aceite.
¿Qué puede pasarte? Como enmascara el desgaste de los piñones de la caja de cambio -cambiar uno cuesta desde 200e-, al final, podría acabar rompiéndose la caja por completo -sustituirla te costará desde 300 € (si adquieres una en un desguace) hasta 4.000 €-.
Aplicar poca pintura
Cuando se arregla un golpe de chapa, para ahorrar dinero en pintar el coche, se le añade mucho disolvente -más barato- o se aplica poco barniz -tras la pintura-.
Cómo descubrirlo. Es muy difícil verlo, pero puedes sospechar que el coche ha tenido un golpe si observas leves diferencias de tono entre distintas partes de la carrocería -por ej, entre una aleta y una puerta; se ve mejor si le da el sol-. Si existen diferencias de brillo, indica que las zonas menos brillantes llevan poco barniz.
¿Qué puede pasarte? Con el paso del tiempo, la zona mal pintada se ‘desgasta’ y pierde color con más rapidez o, si hay poco barniz, se notará más cualquier pequeño rayajo.
Aceite más viscoso o aditivos para tapar ruidos del motor
Utilizar un aceite más viscoso del recomendado por el fabricante -por ej., un 20/50 en vez del 15/40 habitual- permite ‘enmascarar’ o suavizar cualquier ruido ‘extraño’ del motor. Según mecánicos consultados por Autofácil, hoy se suelen “usar aditivos antifricción, que crean una película sobre el metal que consigue minimizar los ruidos”.
Cómo descubrirlo. Solicita la factura del último cambio de aceite y desconfía si el que aparece es más viscoso que el recomendado por el fabricante -viene en el manual de tu coche-. Si se han limitado a añadir aditivos al aceite, nunca lo descubrirás.
¿Qué puede pasarte? Emplear un aceite más viscoso en motores posteriores a 2003… es peligroso, porque puede no lubricar correctamente el motor… y acabará por dañarlo -desde 2.500 €-. Además, puede averiar el filtro antipartículas de los diesel -cambiarlo, desde 500 €-. En cuanto a los aditivos, si incluyen teflón -como el Slick50, desde 25 €/400 ml- es posible que este material tapone u obstruya algún conducto, filtro…
Masilla para arreglar la chapa
Consiste en ‘reformar’ una parte de la carrocería que esté abollada con masilla de chapista en abundancia -que sólo sirve para nivelar las superficies tras la reparación-… en vez de ’sacar’ primero la chapa mediante golpes de martillo o soldadura, que son procesos más caros por el coste de la mano de obra. Así, se disimula un arreglo mal hecho.
Cómo descubrirlo. Fíjate si hay zonas de la carrocería donde la pintura parezca demasiado nueva o de un color distinto -delatan que han sido reparadas- y golpéalas con los nudillos para comprobar si suena a metálico -si no es así, indica la presencia de mucha masilla-. También puedes pasar un imán por la carrocería… si en algún momento deja de pegar, significa que existe exceso de masilla.
¿Qué puede pasarte? En caso de sufrir un pequeño golpe en esa parte, que la zona se dañe con más facilidad o que la pintura se descascarille rápidamente.