Seat exeo | Jaén | 1.456
Compis os dejo una comparativa que al menos paracen que entienden algo A priori, 20 euros deciden la compra entre estos dos coches, pero hay muchas más diferencias que un simple billete ente estas dos berlinas que aporta el mismo grupo. Sobre un mismo motor, dos conceptos de berlina radicalmente opuestos. Un mismo grupo, cuatro diferentes propuestas para el segmento de las berlinas.... Pero a ti, aficionado de pura cepa, poco tenemos que contarte que no sepas ya del entramado de marcas del consorcio. Seat y Skoda, como el A4 y Passat siguen sus particulares pautas marcadas desde la cúpula para que, entre los cuatro, sean capaces de ofrecer lo que el potencial cliente de este segmento puede demandar. Pero en el caso de Seat y Skoda hay una variable que pierde importancia: la imagen de marca, siendo el valor de producto el que cobra especial protagonismo en estos coches. Cierto y verdad que, como bien sabrás, Seat esconde aún hoy una noble base como punto de partida que, en determinados aspectos, sí podrá aportarte un punto de ventaja (o nobleza si quieres hacer esta lectura) sobre el coche checo, aunque aquí no vamos sólo al matiz de la diferencia entre modelos, sino a la búsqueda de la berlina media más equilibrada y lograda en todos los términos en los que podemos entender esta categoría. Y como grandes rodadores que pretenden ser, el motor es pieza clave. Pertenecer al grupo supone tal intercambio de órganos que permite a Skoda y Seat usar el mismo motor con el que el que A4 o Passat firman ese empaque mecánico y prestacional que les hace liderar sus correspondientes subcategorías. Como en aquéllos, también el 2.0 TDi llega aquí condicionado a las diferentes plataformas que emplea uno y otro, aunque el efecto del distinto posicionamiento no debería afectar teóricamente al rendimiento puro y duro del motor (sí a la habitabilidad, aislamiento mecánico o incidencia de su posición sobre el comportamiento del coche). Brillante en cualquier caso por prestación, elasticidad y acústica, al final nos hemos encontrado con un claro ganador. Hay que señalar que, de momento, ni al Seat Exeo ni al Skoda Superb con este nivel de potencia le ha llegado aún el dispositivo Stop&Start. Es uno de los muchos ejemplos que diferencian a estas dos marcas de sus otras hermanas: las innovaciones a posteriori llegan más tarde, más aún en el caso de Seat, que desarrolla en solitario evoluciones de producto (lo cual, por otro lado, demuestra la capacidad técnica y humana de su Centro Técnico). Orientados ambos hacia la economía de consumos, definen relaciones de cambio de desahogo en su última relación (prácticamente idénticas en ambos casos y similares a las del Passat BMT) que no resta placer de conducción en condiciones normales de tráfico, sumando a esa finura mecánica y bajo nivel acústico cifras de consumo espectaculares. Lo son en los dos casos (sobre todo a alta velocidad, donde este 2.0 TDi se resiste a sobrepasar medias de dos dígitos), pero especialmente en el Skoda Superb sin tener una clara justificación de técnica peso, lo cual puede llevarnos a concluir que la posición mecánica sí puede resultar determinante debido al diferente intercambios térmico de cada motor en su compartimento, a diferentes rendimientos del intercooler y diferencias en las líneas de escape, pero es sólo una mera deducción a tenor de unos hechos demasiado recurrente en el grupo entre los diferentes tipos de plataforma. Sobre el motor, sólo añadir que todos los periféricos que enlazan con él se sienten más "directos" en el Seat Exeo: embrague de mayor firmeza, cambio, acelerador con menor recorrido... Pasa lo mismo en el A4 respecto al Passat, así que será una cuestión de genes bien mantenidos en el coche español. En resumidas cuentas, esto también nos lleva a una conducción (ojo, no utilización) algo más estimulante que la del aburguesado Superb, de suspensión y filtrado más "amable". Y no digamos ya, para entrar a analizar el comportamiento, la dirección, donde el Exeo nos devuelve el regusto de reencontrarnos con una buena hidráulica de las de antes, guiando además un elaborado tren de doble horquilla. Aunque el Superb contempla como opción una amortiguación Sport que reduce altura de muelle e impone mayor firmeza de amortiguador, el guiado y apoyo del Exeo estándar (también con suspensión deportiva opcional que entonces sí puede pecar de seca) siempre será más sólido, directo e inmediato de reacción que el Superb, proporcionando una relación más "de tú a tú" entre coche y conductor. Eso no quiere decir, sin embargo, que el solidificado y monolítico Exeo sea mejor, en términos absolutos, que el Superb, pero sí puede suponer el aliciente extra para quien distinga entre viajar y conducir, siempre y cuando lo haga, en la medida de lo posible, sin compañía en las plazas traseras: sobre este eje se siente con excesiva nitidez la sequedad en compresión de sus amortiguadores de doble válvula, dibujando en exceso el terreno, sensación que además se amplifica por la dureza de asientos. Te puedes imaginar que el Superb es un mundo completamente diferente, más lento a la reacción, recuperándose de apoyos y cabeceos como a cámara lenta, pero infinitamente más comprometido con el confort. Y tanto que alisa el terreno con la calidad de amortiguación de todo un Mercedes, proporcionando además una soberbia estabilidad lineal fruto de su enorme separación entre ruedas y amplísima proyección sobre el asfalto. Eso, sin embargo, no quita para que, al paso por curva, frenando al límite o por sus securizantes reacciones, el Superb sea una berlina de categoría, también con un exquisito tacto de dirección (muy preciosa, pero menos informativa) y muy agradable accionamiento de mandos y cambio. Pese a sus dimensiones, cabe destacar que el Superb ni se siente aparatoso en carretera, ni tampoco en ciudad gracias a su radio de giro o visibilidad, aunque los casi 20 cm de longitud los podrás notar al aparcar: además de sensores de aparcamiento delantero o trasero, puedes añadir, por 895 euros, el Park Assist que automatiza la maniobra. Ventajas de una dirección eléctrica... y de una plataforma mucho más moderna y flexible para actualizar el nivel de equipamiento. Interesante la lista de elementos que propone, donde encontrarás prácticas opciones que te hará más agradable el día a día. Sobre la dotación de serie, destacar la presencia de los faros de xenón en el Superb frente a las llantas de 17 pulgadas del Exeo. Al final, tras echar cuantas y compensar las diferencias de equipamiento, unos 1.000 euros a favor del checo... y un buen puñado de litros y centímetros en su habitáculo. Está claro que el interior es una extensión más del planteamiento de cada coche. Y como rutero familiar, el Superb es inigualable. Cabe preguntarse, sin embargo, para qué tantos centímetros de separación entre asientos en el modelo de Skoda, aunque nunca están de más. Riza el rizo su enorme capacidad de maletero con accionamiento Twindoor: 4 y 5 puertas en un mismo coche. Tras haber arañado algún que otro centímetro, el Exeo ya no da más de sí de puertas adentro, y esa falta de espacio real se agrava con la limitación de movimientos debido al poco espacio que hay para los pies bajo los asientos delanteros, la elevada línea de cintura o el prominente túnel de transmisión.