CAPITULO 2. EL EXEO Y SU "CEREBRO"
Bueno, en este post voy a explicar un poquito como son las tripas electrónicas del Exeo, o cualquier otro coche moderno.
El Exeo pertenece a la generación que yo llamo de "coches cableados", no porque tengan más cables, que en realidad tiene menos gracias al CAN-BUS, sino porque más y más elementos del coche están controlados electrónicamene.
Esto empezó con la inyección electrónica. Se pusieron sensores al motor para detectar picado de bielas, exceso de oxígeno en el escape, temperaturas, velocidades.... y un ordenata pekeñin que calculaba cuándo era el mejor momento de inyectar combustible y cuánto. Luego se fueron poniendo m´ss sensores reemplazando mandos clásicos, por ejemplo el acelerador hace muchos años que no es otra cosa que un mando como puede ser el de volumen de un equipo de música mientras que antes accionaba directamente levas en el sistema de alimentación del motor. Luego se integró el ABS que además de su función tenía dos elementos que resultço tremendamente versátil: un sensor de giro en cada rueda del coche, y una unidad hidraúlica que podía modular cada freno por separado. Con ésto, un par de sensores adicionales y mucho software se creó el TCS, el BAS, el ESP.... que si os daís cuenta funcionan empleando los mismos elementos mecánicos que el ABS: los frenos regulados independientemente; y otras cosas como el control de crucero que usan otros sensores.
Luego a alguien se le ocurrió que se podía reemplazar los mazos y mazos de cables que llevaban los coches por algo más practico. Pensad que cada bit (ver capítulo 1) en principio necesita un cable para ser transmitido de un sitio a otro. Para eso se introdujo el CAN-BUS, que no era algo nuevo pero sí era la primera vez que se empleaba en una máquina de gran consumo como un coche. El CAN-BUS es una especie de red local que conecta todas las unidades electrónicas que hay en el coche, transmintiendo todos los datos que generan y necesitan por unos pocos hilos.
Por último y gracias a la flexibilidad que las centralitas adquirieron, se pudieron integrar otras cosas, como el control de lamparas fundidas (si ese que jode cuando se ponen lamparas LED), etc....
Bueno y llegamos a nuestro flamante Exeo que tiene un ordenata dentro que controla prácticamente todo el coche, menos la suspensión (esperad que llegue la activa del B8, jeje).
Pero claro, el Exeo se vende en multitud de configuraciones y en todo el mundo, con distintas normas de homologación. Entonces, ¿por qué no hacer la centralita configurable en función de qué coche queramos tener?. Así es muchísimo más barato y flexible producir diferentes variantes.
Por ejemplo el tema de las luces de posición americanas: en los coches que vayan a EE.UU, se le activa en la centralita y listos (por cierto si lo activaís os pueden multar y os tumbarán la ITV dentro de 3-4 años porque en Europas sacaís el coche de la normativa).
Entonces sólo queda crear un software adecuado el cual en base a una configuración que le demos actúe de una forma u otra.
Esa configuración es lo que se almacena en los bloques modificables con el VAG-COM. Si os habeis leido el capítulo 1 os acordareís que todo en un ordenata, como al fin y al cabo es la centralita del coche, se almacena como números y que esos números se almacenan en formato binario.
Los ingenieros que desarrollaron el software también inventaron unas normas sobre cómo ese software iba a interpretar esos datos de configuración. Esas normas están resumidas en las ayudas del programa, y conociéndolas conocemos el "idioma" en el que hemos de "decirle" a la centralita cómo actuar. Una vez más, ese idioma será numérico y los números serán binarios, aunque en el VCDS los entramos en decimal y luego se los envía en binario a la centralita; a fin de cuentas el portátil también funciona por dentro en binario.