Peugeot 308cc | Madrid | 10.620
Radares sí, pero sólo donde son necesarios.
Si quieres que los radares se pongan sólo en Puntos Negros apoya nuestra campaña introduciendo tus datos.
De esta forma, Ponle Freno apoya la instalación de los radares principalmente en vías secundarias de doble sentido, que es donde tienen lugar la mayor parte de los siniestros. Además, quiere solicitar que los radares ya instalados en puntos de baja siniestralidad puedan ser trasladados de manera gradual a tramos peligrosos o de concentración de accidentes. Así, acabar poco a poco con la costumbre actual de colocar mayoritariamente estos aparatos en vías seguras de doble sentido como autopistas y autovías.
Esta iniciativa ayudará también a que muchos ciudadanos dejen de percibir afán recaudador en la colocación de algunos radares, lo que devalúa su papel como instrumentos de la Seguridad Vial.
En esta ocasión, el objetivo es que la DGT y a las Administraciones titulares de las carreteras se comprometan a colocar los nuevos radares prioritariamente en puntos negros o tramos de concentración de accidentes y que no se instale ningún nuevo radar, ya sea fijo o de tramo, en ningún punto de la red viaria que no sea peligroso.
Sí a los radares, pero como instrumentos de seguridad vial y no de recaudación. Ésta es la última propuesta que acabamos de lanzar en la Plataforma Ponle Freno y para la que te pedimos tu apoyo en forma de firma.
El proceso es muy sencillo, si ya formas parte de la Plataforma Ciudadana Ponle Freno es suficiente con que introduzcas tu DNI y contraseña. Si todavía no formas parte de la Plataforma Ciudadana Ponle Freno inscríbete y después podrás apoyar nuestra campaña.
En Ponle Freno queremos volver a conseguirlo
En su día, con la colaboración de más de 250.000 ciudadanos, conseguimos que se señalizaran los puntos negros como medida inmediata antes del objetivo real: que se hagan obras y desaparezcan.
Gracias a aquella movilización ciudadana, en Ponle Freno conseguimos que se señalizaran 189 Tramos de Concentración de Accidentes. Dos años después, los datos fueron espectaculares: las víctimas se habían reducido en casi un 60% (56,92% en autopista y 62,55% en carreteras convencionales).