Seat exeo | Zaragoza | 6.175
Si hay un prototipo de los que veremos a partir de mañana en Frankfurt que ha creado verdadera expectación ése es el Audi Urban Concept, una propuesta eléctrica para la movilidad urbana que lleva semanas rodando por Internet en forma de vídeo espía y bocetos oficiales. Hace casi un mes que conocemos su imagen final y algunos datos de su configuración interior, pero hoy por fin tenemos todos los detalles de este rival premium para el Renault Twizy. El primer objetivo para conseguir un vehículo sostenible y con una autonomía ‘decente’ pasaba por reducir el peso del conjunto hasta la mínima expresión. Al final, los responsables de la marca alemana han sido capaces de diseñar un coche de tan sólo 480 kg de peso, contenidos en un cuerpo de 3,22 metros de largo, 1,68 m de anchura y 1,19 m de altura. Esto es especialmente notable si tenemos en cuenta que la tecnología eléctrica no se caracteriza precisamente por su bajo peso, ya que las baterías suelen aportar bastantes kilos extra. Este resultado se consigue con la utilización de aluminio y de un material conocido como CRFP, una combinación de plástico y fibra de carbono que vemos tanto en la carrocería como en el interior del coche. Estéticamente, el Urban Concept hace un guiño a los coches de carreras de los años 30, sobre todo por la utilización de ruedas independientes, aunque no hay que olvidar que esta solución ya ha sido empleada por otros rivales de características similares. La línea es bastante futurista, con detalles que lo acercan más a un buggy que a un turismo convencional. El lateral es atlético y musculoso, con unas aletas bien marcadas y una franja roja que, más allá de reforzar la estética del coche, señaliza una barra antivuelco que mejora la seguridad del conjunto. En general, la imagen es sobria y sencilla, formada por líneas rectas y cortes marcados. Lo que llama la atención es que no tiene puertas, sino que el techo se desliza hacia atrás para permitir el acceso al habitáculo –también se puede circular con el techo abierto–. Una vez dentro vemos una disposición en forma de tándem, con el asiento trasero desplazado –ambos asientos forman parte del monocasco y tienen un acolchado a medida–. El resto es, sobre todo, sencillo. El salpicadero es casi inexistente y el habitáculo se reduce a un volante con la mayoría de las funciones integradas, una pequeña pantalla que hace las veces de instrumentación y los mandos del sistema de climatización. En la pantalla se muestra el navegador, el estado de las baterías, el velocímetro… La propulsión corre a cargo de dos motores eléctricos, con una potencia combinada de 20 CV y un par de 47 Nm. La tracción es trasera. Con estos datos no es de extrañar que las prestaciones sean limitadas: tiene una velocidad máxima de 100 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 16,9 segundos. La autonomía es de 73 km y sólo necesita una hora en un enchufe convencional para cargar a tope las baterías de iones de litio –pesan 90 kg–. Al margen de esta variante, Audi ha desarrollado una versión con carrocería descapotable, el Spyder, que elimina el techo deslizante. La parte posterior tiene menos altura y es plana, a la vez que desaparecen los marcos de las ventanillas, aunque por lo demás se mantiene sin cambios. Fuente Autofacil