FUENTE:
El Antirradar, 21 de abril de 2012.
Sobrevivir a un accidente a 300 km/h es algo que cualquiera calificaría de milagro; puede que en este caso el Ángel de la Guarda del conductor haya tenido alguna intervención. Yo, sin embargo, y la vista de las fotos, creo más bien que habría que darle las gracias a tantos años de investigación en seguridad pasiva por parte de las marcas y a lo bien que se construyen los coches (al menos los denominados premium), así como también al buen diseño, en este caso, de las autopistas alemanas. Ni que decir tiene que este BMW M5 F10 (la última serie) y sus ocupantes hubiesen salido mucho peor parados si en su vuelo y aterrizaje hubiese colisionado con otro vehículo o con algún elemento estático de la vía; pero en ese caso lo mismo hubiese dado rodar a 300 que a 120.
El accidente se produjo cuando el conductor, que circulaba a 300 km/h por un tramo deslimitado de una autobahn alemana, la A-81, tuvo que esquivar a otro conductor que se incorporó intempestivamente a su carril sin avisar la maniobra (¿sería español? No dejo de preguntármelo).
Para evitar la colisión, el conductor del BMW frenó burscamente y trató de esquivar al vehículo invasor, pero perdió el control del coche, colisionó con la mediana y dio innumerables vueltas de campana antes de quedar sobre la hierba junto al arcen de la calzada.
Tanto el conductor, de 60 años, como el acompañante, de 20, resultaron heridos de gravedad, pero podrán contarlo. También sobrevivió un perro que viajaba con ellos.
El vehículo que provocó el accidente se dio a la fuga. El M3 y el M6 que se ven en las fotos pertenecen a los hijos del conductor del M5. Uno de ellos, viendo que brotaba una densa colmuna de humo del motor, sacó el extintor con que su vehículo estaba equipado y extinguió lo que podía haber sido un incendio que terminase con cualquier esperanza de salir vivo de la jaula de hierros aplastados en quedó convertido el M5.
Y ya para el análisis: mal, obviamente, por el conductor que provocó el accidente. Bien, como decía, por BMW por hacer un coche capaz de resistir un accidente de esa violencia. Bien por el diseño de la autopista. Y bien, también, por el hijo que llevaba un extintor en el coche. Todos esos factores son los que hacen que un accidente deje de ser mortal para ser un triste episodio que contar a los nietos. O dicho de otro modo, ese conjunto de factores se llama SEGURIDAD VIAL.