Cito textualmente del consultorio técnico de la revista Autovía, número de septiembre de 2009, página 6: "La refrigeración del eje del rotor del turbo es primordial. El aceite depositado en él se cristaliza por la elevada temperatura y puede a la larga producir fallos en la turbina. Por ello es recomendable mantener el motor un poco al ralentí para que la temperatura del rotor baje y cuando paremos el aceite no soporte una temperatura excesiva. Si después de circular por autopista nos hemos salido por un peaje y hemos circulado durante un rato a un régimen de motor menos elevado y más cambiante, esta preocupación no es tan necesaria. Lógicamente esta situación se repite en cualquier turbocompresor, inluso los que se utilizan en los motores de gasoina, por lo que si queremos asegurar la máxima longevidad a estos sobrealimentadores los mejor es seguir las mismas consignas."
También he leído, pero no recuerdo dónde, que como decía algún compañero es bueno esperar unos segundos al encender el coche antes de iniciar la marcha, y además, al darle al contacto tener el pedal del embrage pisado (salvo que tengas uno automático, claro).