Seat exeo | Zaragoza | 6.175
El vasto mundo de los combustibles alternativos: bioetanol, electricidad, gas licuado de petróleo, gas natural comprimido y, ¿por qué no? whiskey. Mickey Nilsson, un hombre de 62 años ha patentado un coche capaz de alimentarse de esta bebida alcohólica que solemos acompañar con Coca-Cola o un par de hielos, va en gustos. Nilsson fue haciendo acopio de viejas partes de automóviles que guardaba en su taller hasta conseguir su obra: un coche ‘borrachín’ que prefiere bourbón a gasolina y que tiene cierta predilección por la marca Marker’s Mark. Este whiskey es destilado en Kentucky a pequeña escala, ya que se trata de una empresa de negocio familiar, y es el favorito de Nilsson. En términos económicos el ahorro aún no es muy grande, de hecho, el precio medio de una botella de Marker’s Mark es de 17 euros, pero con la escalada imparable del precio de la gasolina, no es de extrañar que no dentro de mucho la opción de utilizar este combustible de alta graduación sea más barata. De un plumazo, Nilsson, todo un visionario, acaba con la dependencia del petróleo. Una dependencia que está preocupando a las administraciones del primer mundo y que lleva a los gobiernos a adoptar medidas para ‘apretarse el cinturón’, como es el caso de España y su límite a 110 km/h. Volviendo a poner los pies en el suelo, recordamos que es sólo una unidad prototipo la que puede alimentarse de whiskey. Aunque sin cejar en su empeño, este hombre de 62 años ha manifestado su intención de hacer una versión comercial de su invento. Claro, si Doc, el desequilibrado inventor de Regreso al Futuro, podía alimentar el Delorean con basura, ¿porque no va a poder él?