Barcelona, 12 may (EFECOM).- La crisis general y la particular del mercado automovilístico, así como la movilidad eléctrica, son los ejes de la nueva edición del Salón del Automóvil de Barcelona, también caracterizado por la escasez de novedades y la ausencia de algunas grandes marcas.
Con pocas novedades que mostrar, la 36 edición del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona ha vivido hoy una jornada dedicada a los medios de comunicación y a los profesionales que dará paso mañana a la inauguración de la muestra y apertura al público, que podrá visitarla hasta el domingo, día 22 de mayo, coincidiendo con el Gran Premio de España de Fórmula 1.
Los ejecutivos del sector han tratado en esta jornada de lanzar mensajes optimistas sobre una situación que ha llegado al mercado a una reducción de casi el 50 % desde el año 2007, y han lanzado una petición casi unánime al Gobierno de medidas que renueven el parque automovilístico español como medio para recuperar el mercado, mejorar el impacto ambiental y reducir la accidentalidad.
Los directivos de las filiales españolas del sector automovilístico, a pesar de los mensajes optimistas, se mostraron en las conversaciones privadas algo más pesimistas y reticentes a creerse una mejoría del mercado en la segunda mitad del año con los actuales signos del consumo.
Algunos llegaron a supeditar una recuperación de la confianza del comprador español a un cambio político en las elecciones generales y otros la relacionaron con una recuperación del empleo, y todos coincidieron en que no hay varias mágicas para remediar la situación.
Igualmente, el mensaje ha sido unánime en relación a la llegada al mercado del vehículo eléctrico. Tardará más o menos en su implantación en el mercado, pero será el futuro, aseguraron.
En esta parcela de la movilidad eléctrica, el Salón de Barcelona cuenta con un pabellón especialmente dedicado, en el que, por ejemplo, está presente Citroen, que no lo está en el resto de la Feria.
El Salón de Barcelona será durante toda la semana una oportunidad para conducir los primeros modelos eléctricos del mercado, como es el caso del Nissan Leaf, que hoy, precisamente, ha iniciado su comercialización en el mercado español, con un precio de 29.950 euros, incluidas las ayudas oficiales a la compra y la batería.
El Salón de Barcelona también ha sido aprovechado por Renault para anunciar los precios del pequeño eléctrico Twizy fabricado en la planta de Valladolid, que estará en el mercado a finales de este año, a partir de 4.917 euros y a un máximo de 5.972 euros, incluidas las ayudas, pero no la batería, por la que habrá que pagar una cuota mensual de 45 o 49 euros, según la versión del vehículo.
Renault, que centra su presencia en Barcelona en los vehículos eléctricos, ofrece también la posibilidad de probar los modelos Fluence y Kangoo de propulsión eléctrica, de inmediata comercialización, junto con la exhibición de lo que será un concesionario para este tipo de vehículos.
En el mundo de lo convencional, Hyundai ha protagonizado el Salón con la única novedad mundial de esta edición, la berlina i40 en formato de cuatro puertas, además del nuevo modelo Elantra como primicia de carácter europeo.
Audi se ha concentrado en el nuevo crossover Q3, ya visto en el Salón de Shangahi, que será fabricado por Seat en su planta de Martorell, que, por cierto, no tiene la exclusividad de su fabricación.
La dirección de Audi ha sido explícita en este sentido. Todo dependerá de la demanda, porque si se supera la producción prevista de 100.000 unidades anuales y Seat no puede atender un incremento de producción, el Q3 podría ser fabricado de forma añadida en otra planta del grupo Volkswagen.
En lo demás, el Salón de Barcelona es un espejo de lo ya exhibido en el pasado Salón de Ginebra, una cita en la que el sector está concentrando cada año sus principales novedades, dejando el resto de los salones en un segundo plano, salvo los de Francfort y París, que se celebran al final de cada año de forma alterna. EFe
Fuente>>> https://www.expansion.com/agencia/efe/2011/05/12/16141994.html
