Seat exeo | Zaragoza | 6.175
Puesto a punto por Daimler-Benz en 1981, el airbag consiste en una especie de saco que se hincha de forma automática al chocar el vehículo frontalmente contra un obstáculo. Este sistema de seguridad minimiza el riesgo de sufrir fracturas de nariz y tórax causadas por el impacto contra el volante. Básicamente, el funcionamiento del airbag es sencillo. En caso de colisión, un saco flexible sale de la parte central del volante –en el lado del conductor– o de una caja situada debajo de la guantera –en el lado del acompañante– y se infla en 30 milisegundos. Su activación está controlada por un sistema electrónico que distingue un choque ligero, un gran bache y una frenada brusca de un impacto que pueda poner en peligro a los ocupantes. Un microsensor mide la deceleración y envía los datos a un centro de cálculo para su análisis. Ante una fuerte colisión, la central manda un impulso eléctrico que inflama una pequeña cantidad de pólvora negra situada por debajo de la bolsa plegada y en contacto con el contenedor de generación de gas. Éste incluye unas pastillas de azida de sodio (NaN3) que, debido al calor generado en la detonación, desprenden los 30 litros de nitrógeno que inflarán el airbag.