Seat exeo | Zaragoza | 6.175
Los automóviles están plagados de sistemas de seguridad que buscan disminuir el número de accidentes y el daño que sufren los accidentados. Estos sistemas de seguridad se dividen en dos, los sistemas de seguridad activa y pasiva. Estos últimos buscan minimizar el daño a los ocupantes y peatones una vez se ha producido un accidente, mientras que los primeros intentan conseguir que el accidente no se produzca. Los sistemas de seguridad más comunes son los airbag, el cinturón de seguridad e incluso las sillitas de los bebés, pero la innovación y la tecnología hacen que cada vez haya más extras que reduzcan el daño cuando se produce un accidente de tráfico. Como explican desde Honda, los sistemas de seguridad pasivos son aquellos dispositivos "cuya finalidad es evitar lesiones graves o mortales en los ocupantes del vehículo una vez que el accidente no ha podido ser evitado." Cinturón de seguridad El pasado año se cumplieron 50 años del uso del cinturón de seguridad, el método de seguridad pasiva más extendido y, por ejemplo en nuestro país, absolutamente obligatorio. Exactamente el 13 de agosto de 1959, salía a la venta al Volvo PV544 que incorporaba por primera vez el cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje. Desde entonces, miles de personas han salvado la vida en accidentes de tráfico. Como explican desde la DGT, "el cinturón de seguridad reduce un 45% las muertes por accidente". El cinturón empezó a utilizarse en los años cincuenta y desde entonces ¿no ha variado nada su forma y su tecnología? La verdad es que no. Por el propio diseño de los automóviles es difícil crear otro tipo de cinturones de seguridad con un cuarto punto de anclaje, como ocurre en los coches de competición. La mejoría sería notable, pues el cuerpo, durante una colisión, se movería mucho menos, reduciendo las probabilidades de que el conductor o sus pasajeros sufrieran lesiones. Airbag, el ángel de la guarda El airbag es otro de los elementos fundamentales en la seguridad al volante. Estas bolsas escondidas bajo los embellecedores del coche (salpicadero, volante, puerta, etc.) han salvado la vida a muchas personas. Cuando se produce un accidente, en cuestión de milisegundos se hinchan para amortiguar los golpes que pueden sufrir los ocupantes del habitáculo. Se utilizó por primera vez en 1981 y desde entonces, la tendencia en la industria automovilística ha sido aumentar el número de airbags por vehículo, añadiéndo el airbag de pasajero, laterales, etc. Pero además de los airbags y los cinturones de seguridad, otros muchos elementos del vehículo velan por la seguridad de sus ocupantes. Es el caso de la propia estructura del coche, con zonas especialmente diseñadas para que no se deformen en caso de accidente pudiendo aplastar a sus ocupantes. O los propios reposacabezas, un elemento clave para evitar lesiones cervicales. En este último aspecto, por ejemplo, desde Fiat han lanzado una innovación basada en la movilidad del propio reposacabezas. Algunos de sus vehículos incorporan un dispositivo que, en caso de colisión, acerca los reposacabezas al conductor y sus ocupantes atenuando el latigazo de rebote que se produce. Otras marcas como BMW también incluyen este tipo de tecnologías. En el caso de la marca alemana, explican, "controlados por la electrónica de seguridad, estos reposacabezas garantizan que en el caso de colisión por alcance, la sección frontal del reposacabezas se desplace hacia adelante hasta 60 milímetros, y hacia arriba hasta 40 milímetros, en fracciones de segundo".