Carlos Sainz y Luis Moya han vuelto a saborear el triunfo. En su regreso a la competición en el Rally de España Histórico, la pareja bicampeona del mundo ha vuelto a ganar, esta vez al volante de un Porsche 911 de 1981. Se han impuesto en todos los tramos menos uno, aunque en ningún momento han podido bajar la guardia, porque el gallego Jesús Ferreiro les ha estado acosando en todo momento.
Sainz tuvo problemas en el último tramo de la primera etapa, el único que no ganó, y a lo largo del rally ha estado cambiando constantemente los reglajes para conseguir conducir cómodo. Además, su coche parecía tener menos potencia, porque perdía tiempo en las subidas, que luego tenía que recuperar en las bajadas. Al acabar aseguraba que "estoy muy contento, primero porque el rally le ha salido muy bien a la organización, y segundo porque cuando decidimos correr teníamos poco que ganar y sí mucho que perder. Pero el esfuerzo ha merecido la pena, por el resultado y por haber podido ayudar a los rallys y apoyar el automovilismo. Quiero dar las gracias a Porsche por haberme brindado esta oportunidad y darme la posibilidad de competir con este coche, que se ha comportado muy bien, que tiene un gran potencial, y que si hay que repetir lo haremos mejor, seguro".
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