Buick Centurion Concept (1956)
La respuesta de Buick al futurista Lincoln Futura, en su frontal destaca largo capó descendente con aletas, una calandra retrasada respecto a ellas, y parachoques integrados en el casco. Pero lo que más llama la atención es sin duda su cabina totalmente acristalada, similar a la de los aviones de caza, sin embargo, la complejidad de sus curvas impedía su fabricación en serie.
Impresionante también era que el espejo interior fue sustituido por una cámara que se situaba sobre el maletero, proyectando su imágen en una pantalla de 10x15 cm situada en la consola central.
Pero sin duda, lo más increíble y nunca visto fue la ubicación de la caja de cambios automática ¡en el centro del volante! que se accionaba girando una pequeña rueda.
¿Os acordáis de Ródimus Prime? El teórico sucesor de Óptimus Prime como lider de los Autobots que no tuvo buena acogida entre los seguidores de Transformes. Ródimus se transformaba en un espectacular coche con llamas por todos lados, pero no era un coche inventado, sino que sus creadores se inspiraron en el Dome Zero, un peculiar deportivo japonés.
Los coches con carrocería familiar no han sido que digamos santo de devoción por parte de nuestro mercado, y a pesar de su gran practicidad hemos preferido otras opciones más agradables a la vista. Actualmente, esta tendencia está cambiando, pero
Chevrolet Corvette Mako Shark II de 1965. El tiburón americano.
Sucesor del prototipo Shark de 1961 (renombrado en el 65 como Mako Shark II), este prototipo tuvo tano éxito que acabó anticipando las líneas de diseño de la futura tercera generación del Corvette (1968)
Bajo el capó ubicaba un enorme bloque V8 de 7 litros y 425 CV
Finalmente, el Mako Shark II sufrió en 1969 algunos cambios estéticos en el centro de operaciones de GM en Detroit, hasta el punto de pasar a denominarse Manta Ray. Este fue el último paso en la evolución de este impactante prototipo, que hoy puede admirarse en el National Corvette Museum.
Creo que el nuevo Audi A8 debería ganarse un premio por ser el primer coche que pone más palote a los amantes de la informática que a los amantes del motor.
Si con el nivel de conectividad que tienen los coches hoy en día, a alguien se le ocurriese patentar un sistema que en cuanto detecte una maniobra indebida por parte de su conductor automáticamente se genere una multa, seguro que acabaríamos con los accidentes.
Alfa Romeo Navajo Concept de 1976.
Interpretación por parte de Bertone de lo que sería el Alfa Romeo deportivo del futuro. Para su fabricación se tomó como base al Alfa Romero 33 de competición, pero alargando el chasis tubular con el objetivo de proporciona un habitáculo más confortable en las plazas traseras.
Tras los asientos de los pasajeros se encontraba un diminuto bloque V8 de dos litros de cubicaje que ofrecía 230 CV, y el par máximo se quedaba en 183 Nm a 7.000 vueltas.
Entre las curiosidade sde su diseño, destacan sus faros escamoteables horizontales, en vez de los clásicos verticales a los que todos estamos acostumbrados.
Ferrari Dino 206 Berlinetta Tipo 585 B (1967)
Diseñado por Pininfarina sobre el chasis multitubular de un Dino 206 S de competición, es más conocido con el pseudónimo de "El Dino Amarillo" ya que todas las unidades fueron pintadas en este color.
La primera vez que fue expuesto en el Salón del Automóvil de Francfort de 1967 dejó a todo los críticos con la boca abierta. Su gran parabrisas delantero en forma de cabina de avión y sus formas aerodinámicas cautivaron a todos.
Cuando tienes que compaginar tu trabajo de agricultor por el día y Batman por la noche
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