Peugeot 308 cc | Valencia | 5.404
La amenaza se debe al creciente auge del turismo en el Continente Blanco y a la creciente probabilidad de que alguno de los barcos con visitantes choque con un iceberg o encalle en alguno de los muchos bajíos que hay sin cartografiar. «Cualquier día hay un desastre de proporciones notables. Ahora llegan cruceros con más de 2.000 pasajeros, sin medidas de seguridad para la navegación polar, cuyos frágiles cascos al chocar contra un iceberg se abrirían como una lata de sardinas». https://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/03/ciencia/1238780740.html