"Puede sonar raro e increíble pero es real" dice Mari Luuk. Un grupo de once contrabandistas ha sido acusado de construir un "oleoducto" de vodka a través de la frontera entre Rusia y Estonia. Los dos kilómetros de tuberías encontradas atravesaban un lago cercano a la ciudad estonia de Narva y lo usaban para bombear 6.200 litros de alcohol barato ruso antes de ser atrapados. El vodka es mucho más barato en Rusia que en Estonia, que pertenece a la UE.

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