En este país lo que hace falta es concienciarse de que somos eso, un país, y dejar de ponernos zancadillas los unos a los otros, preocuparnos de lo que dan unos y otros y lo que quitan a unos a otros, olvidarse de tonterías y chorradas del pasado, y tirar juntos del carro en la misma dirección. Hasta que eso no se consiga, de lo cual mucha culpa tienen los políticos y los medios de comunicación, jamás avanzaremos como debemos para crecer en condiciones. Pero somos España, un país del que me siento muy orgulloso, pero que a veces me hace sentir vergüenza por las cosas que pasan en él. Pero nunca olvido que por encima de la vergüenza y rabia de las cuestiones que nos azotan en la actualidad, está lo que es España como ente histórico, como país y nación que perdurará por encima de lo que hagan los hijos de puta que la van guiando durante cortos periodos de tiempo.