Seat exeo | Zaragoza | 6.175
Desde ayer se acabaron las exenciones a los biocombustibles en el Impuesto Especial de Hidrocarburos, y se teme que los conductores sean los que acaben pagando más para compensar la pérdida de esta ayuda.
El Impuesto Especial de Hidrocarburos ha tenido un gravamen del 0 % en los últimos años en el caso de los biocombustibles, para fomentar su incorporación a los carburantes que repostamos en las gasolineras; pero este año el impuesto para los biocombustibles pasa a ser el mismo que para los carburantes convencionales. Así, el bioetanol tendrá un impuesto de 424 euros por cada mil litros vendidos -el mismo que la gasolina- y el biodiésel, de 331 euros -al igual que el gasóleo normal-.
Sin embargo, la probable subida no será dramática, ya que los biocombustibles sólo suponen una pequeña parte del carburante que hoy por hoy repostamos en las gasolineras. Según datos de la web Autocasión, si las operadoras nos cargan el impuesto a los conductores, pagaremos 2,35 céntimos por cada litro de bioetanol y 3,02 céntimos por litro de biodiésel -más la correspondiente subida del IVA-. Esto representaría un aumento del 0,3 % en el precio final del litro. La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) cifra en un 9,43 % la cantidad de biodiésel presente en el gasóleo que se vende actualmente, mientras que el bioetanol supone un 7,45 % de la gasolina con la que alimentamos a nuestro vehículo. "Cada compañía o el propio empresario de la estación de servicio establece su precio y sus decisiones son absolutamente independientes y autónomas, en función de sus políticas comerciales", explican desde la AOP.
La última subida del Impuesto Especial de Hidrocarburos se produjo en junio de 2009, cuando los combustibles pasaron a tributar 2,9 céntimos por litro. Esto, unido a las sucesivas subidas del IVA, ha conllevado un aumento del precio de los carburantes del 34 % desde entonces.