Club Seat Exeo

[table]  [tr] [td] El máximo deportivo de la firma española se muestra ligero y con gran aceleración

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Su abolengo deportivo queda demostrado con el protagonismo de la Copa León SEAT, el circuito de velocidad que corren pilotos de todo el continente y que se desarrolla en México.

La combinación entre sabor ibérico e ingeniería germana (SEAT se fabrica en España y pertenece al Grupo Volkswagen) ofrece el balance ideal entre altas prestaciones automotrices y la pasión de un coche concebido para disfrutarlo, para gozarlo.

Sin embargo, con la llegada del FR 2012, estas cualidades se hacen evidentes y se convierten en una opción para saborearlas en la vida real. La diversión y la pasión están garantizadas.

Cuando se define a León como un vehículo muy ligero, no se trata de una exageración. El coche muestra una movilidad extrema en la ciudad y una gran ligereza en carretera, algo que es notorio a la hora de ascender una montaña en autopista, donde poner quinta y pisar el acelerador es suficiente para obtener la potencia necesaria.

Pero también a la hora de la bajada la ligereza se hace sentir y obliga al conductor a emplear la máxima precisión para sortear con limpieza las curvas, apelando al control de tracción, respuesta diámica y programa electrónico de estabilidad.

En ese momento quien vaya tras el volante pensará que tal vez no sería mala idea la inclusión de un spoiler algo más generoso, para volverlo más terrenal y pesado a la hora de tomar las curvas a alta velocidad, por más divertido que esto resulte.

El motor 1.8 turbocargado tiene la suavidad de la seda. A pesar de su denominación felina (SEAT bautiza sus coches con nombres de ciudades españolas) no se trata de un motor que se ponga a rugir al despertar de la siesta.

Su aceleración de 0 a 100 es oficialmente de 7 segundos, no muy impresionante, pero la experiencia muestra que una vez en carrera es capaz de subir a los 200 km/h con toda naturalidad.

La transmisión completa el cuadro. Llega provisto de una caja de cambios (manual y DSG) pensada para sacar el máximo provecho al motor y las características dinámicas del coche.

Parte del placer de manejar el SEAT está justamente en que esas prestaciones están al alcance de la mano (o de los dedos, cuando se trata de paletas al volante). En el caso de la versión automática, los cambios son muy cortos y casi imperceptibles entre sus siete marchas, lo que contribuye a su comportamiento dinámico, vivaz y potente.

Bajo peso, transmisión y motor turbo de 1.8 litros. La combinación entre estos tres elementos ofrece una experiencia de manejo sólo comparable con los compactos de la gama premium.

Por supuesto a menor costo, gracias a que no posee el equipamiento interior que traen los de un segmento más oneroso como MINI, Audi A1, Serie 1 BMW o el MiTo de Alfa Romeo. En prestaciones, el León es un buen competidor en la la pista. [/td][/tr][/table][/td][/tr][/table]

Fuente>>> https://www.autopistas.com.mx/1743.html