Seat exeo st | Vizcaya | 9.519
LA NUEVA VIDA DEL MANDATARIO NACIONALISTA
Con canguro a los 64 años
El líder de CiU confiesa que no ha digerido nada bien llevar vigilancia todo el día cuando pasea por Barcelona. «Me siento un poco incómodo», admite resignado.
A punto de cumplir 65 años, el alcalde de Barcelona se encuentra con que de golpe y porrazo le han adosado varios canguros que velarán por su integridad física. A pesar de que conoce bien las vicisitudes del poder, y por lo tanto, el contacto diario con los coches oficiales y los guardaespaldas, Xavier Trias no se acostumbra a que le vigilen. Es más, no le apetece en absoluto.
Ayer se lo pensó un momento. Hizo ese movimiento de cabeza suyo tan característico que denota que está intentando buscar la palabra que suavice lo que realmente piensa. Pero en este caso lo soltó tal cual rondaba por su mente. «Son gente de una gran profesionalidad, pero la verdad es que me siento un poco incómodo. No me gusta ir vigilado por la calle, pero sé que no tiene solución». Ahí le han dado. Cuando uno toma el mando piensa que nadie le va a toser, hasta que viene uno que dice que es de protocolo y seguridad y le señala que menganito y fulanito, los del pinganillo blanco, van a ser su sombra. Y que se olvide del simpático chófer que llevaba el Seat Exeo de la oposición, porque ahora tocar ir en ese Audi negro chulísimo pilotado por un urbano experto en conducción evasiva. Ante esto, solo queda responder «bueno-vale-de acuerdo» y darse cuenta de que el alcalde manda sobre todos los cuerpos de Barcelona menos el suyo.
La primera rueda de prensa, además de para conocer la relación tipo primos lejanos de Trias con sus canguros, sirvió para recordar al enérgico Jordi Hereu. En este caso, desde la antítesis que supone el tono de voz reposado del líder de CiU si se compara con el magnífico chorro del exalcalde. Al jefe de filas socialista, si se le ponía un micro y la sala era pequeña como era el caso de ayer, la prensa se miraba en plan «madre mía, va a petar todo cuando empiece a hablar».
En la Fundació Arrels, en una de las salas del taller del que salen magníficas manualidades, solo se oían los flases de los fotógrafos, y preguntar casi daba reparo. Incluso en temas solemnes, Hereu lanzaba un guiño de humor que seguro nunca traía preparado de casa. Trias parece más serio, pero el rodaje le relajará. Y quién sabe, puede que acabe yendo de cañas con menganito y fulanito mientras fitipaldi espera en el Audi.
Fuente>>> https://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/con-canguro-los-anos-1063382