un reportaje que ley,corto y pego.
Actualidad - REPORTAJE/ Bárbara Maregil
Realizar una conducción moderada y eficiente no sólo ayuda a mejorar la seguridad vial si no que es además la mejor herramienta para disminuir el consumo de combustible y paralelamente reducir las emisiones contaminantes asociadas.
Y es que, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), simplemente con tener en cuenta algunas precauciones a la hora de ponerse al volante se puede conseguir un ahorro medio de carburante del 15%. La conducción eficiente también tiene otras muchas ya que podemos reducir también la contaminación acústica e incluso un importante ahorro en de los costes del mantenimiento del vehículo (frenos, embrague, caja de cambios y motor).
Conducción eficiente, ahorro en combustible
Al arrancar el coche no pises el acelerador. En el caso de los motores de gasolina inicia la marcha inmediatamente después del arranque y en los Diesel conviene esperar unos segundos antes de iniciar la marcha.
La primera marcha es recomendable utilizarla sólo para el inicio de la marcha y cambiar a segunda a los dos segundos o seis metros aproximadamente.
Al inicio del recorrido avanza a una velocidad moderada, acelerando progresivamente. Espera a que la temperatura del motor se estabilice para demandar la máxima potencia. Además, ten en cuenta que los acelerones en frío someten a esfuerzos extras al motor, reducen su duración e incrementan el consumo.
Circula a unas 2.000 ó 2.500 revoluciones por minuto en coches de gasolina y a unas 1.500 ó 2.000 revoluciones por minuto en los Diesel.
Conduce con anticipación y tranquilidad, evitando los frenazos, las aceleraciones bruscas y los cambios de marchas innecesarios. Mantén una adecuada distancia de seguridad y circular a una velocidad regular, ya que de esta forma se puede ahorrar entre un 10% y un 15% de carburante.
Modera la velocidad, ya que además de mejorar la seguridad, por encima de los 100 km/h el consumo de combustible se multiplica.
Apaga el motor del vehículo en paradas superiores a un minuto.
Cuando se circula bajando una pendiente, conviene levantar el pie del acelerador y aprovechar así la inercia del coche, utilizando el cambio y el pedal de freno para efectuar pequeñas correcciones y ajustar la velocidad. No dejes el cambio de marchas en punto muerto, ya que no sólo es peligroso, sino que además el coche consume más.
Al subir una pendiente, lo mejor es utilizar la marcha más larga posible, pisando el acelerador lo justo para mantener la velocidad.
Y además...
No conduzcas con las ventanas bajadas, ya que esto provoca una mayor resistencia al movimiento y, por lo tanto, mayor esfuerzo del motor y mayor consumo.
Utiliza el aire acondicionado sólo lo imprescindible ya que su uso aumenta hasta un 20% el consumo.
Los accesorios exteriores aumentan la resistencia del vehículo al aire y por lo tanto incrementan el consumo de carburante. Por ello, no es recomendable transportar objetos en el exterior del vehículo o en la baca si no es estrictamente necesario.
El peso de los objetos transportados en el vehículo y el de sus ocupantes influye sobre el consumo de manera apreciable, sobre todo en los arranques y periodos de aceleración.
Mantener en buen estado el motor ayuda a no consumir más combustible del necesario: Es importante tener limpio el aceite y el filtro del aire para que la combustión sea más eficiente. Las bujías deben mantenerse sin residuos de la combustión con el electrodo en buen estado y los inyectores libres de obstrucciones.
Los filtros de combustible obstruidos o con un desempeño limitado no sólo disminuyen el funcionamiento del motor, sino que pueden contribuir a que la suciedad contamine el sistema de combustible y el motor se desgaste.
Vigila la presión de los neumáticos, una presión incorrecta incrementa el consumo hasta un 10%, reduce la vida de los neumático y disminuye la seguridad.