Seat exeo | Zaragoza | 6.175
Es un vehículo que no requiere un conductor que lo dirija, y lo ha demostrado realizando un trayecto de veinte kilómetros por su ciudad natal, Berlín. Cada vez está más cerca de las carreteras. El coche utilizado para el experimento, un Volkswagen Passat Variant, paseó desde la Puerta de Brandemburgo hasta el Centro de Congresos. Un trayecto con 46 semáforos a los que este “Passat robot” supo responder adecuadamente, gracias a todas las cámaras y sensores que le han sido montados: Sistemas GPS, láser en ambos lados y el techo para calcular distancias… Gracias a ellos, identifica los obstáculos que tiene en setenta kilómetros a la redonda. Tampoco fueron problema para él los continuos cambios de carril en busca del más despejado y el adecuado para su rumbo. Pero su mayor logro es pasar sin problemas la congestionada Plaza Ernst Reuter. En el coche viajaba un pasajero asegurándose de que todo marchara bien y no hiciera falta su intervención. Rojas se mantenía en contacto con él desde su base en la Puerta de Brandemburgo. Raúl Rojas es director de Inteligencia Artificial en el Departamento de Informática de la Universidad Libre de Berlín. Todavía no se hace ilusiones con su rendimiento en zonas urbanas, pero asegura que el piloto automático, “en las autopistas, será posible en diez años, pero en el tráfico de la ciudad todavía necesita más desarrollo, unos veinte o treinta años, para poder estar en la vía pública”. Sí está cnovencido de que a día de hoy vehículos como éste se podrían usar en entornos ya bastante automatizados, como fábricas y aeropuertos. La historia de este Passat comienza al intentar participar en una prueba ligeramente distinta: “Es el resultado de un proyecto que empezó en 2007, en una selección de 100 grupos con distintas propuestas automotrices. En aquel entonces, se trataba de recorrer 100 kilómetros en un cuartel militar. No había semáforos ni personas. Cuando volvimos a Berlín fue cuando empezamos a perfeccionarlo”, cuenta Rojas. En el proyecto han participado dicha universidad, el Ministerio de Educación e Investigación alemán y el fabricante Volkswagen. Pero el “Coche Robot” ha pasado por la misma burocracia que otros vehículos: Necesitó un permiso de la Oficina Berlinesa para Permisos Especiales en la Conducción de Vehículos. También ha tenido que seguir lo que estipula la asociación técnica alemana, el TÜV. Más vale que el Coche Robot siempre funcione igual de bien, porque uno de los problemas que quedarían por solucionar es cómo recoger un vehículo de estas características en la legislación. Por ejemplo, habría que determinar qué culpa puede tener un coche sin conductor en caso de choque… El siguiente reto que se propone el equipo de Rojas es la creación de un “Autobús Robot”. No es el primer proyecto de “Coche Robot” que se ha realizado -de hecho, se han llegado a hacer competiciones de coches sin motor-, pero sí es el más avanzado y el que más trata de buscar aplicaciones para la movilidad del día a día. Fuente Autofacil