Peugeot 308 cc | Luxemburgo | 10.801
Hoy os traemos el segundo capítulo de la Presentación que ha realizado Peugeot para que las revistas y portales especializados puedan probar el nuevo Peugeot 508.
"...Continuamos con la presentación del Peugeot 508 analizando todo lo que nos queda, es decir las pruebas dinámicas de los distintos motores así como el comportamiento del coche en carretera/ciudad. Entre otras cosas destacan la prueba del e-HDI, creado directamente para conseguir buenos consumos, los rivales y las conclusiones que se pueden sacar de este coche (a falta de probarlo más a fondo, por supuesto).
Como os adelanté en la primera parte tuvimos un buen recorrido para poner a prueba los dos motores más potentes de la gama y a la par más atractivos para el que busque sensaciones: el 2.2 turbodiésel HDi de 204 CV, con cambio automático y una suspensión específica, y el 1.6 gasolina THP de 156 CV. Diésel o gasolina con distintas potencias y muy distintas sensaciones, en todos los sentidos.
Un diésel de más de 200 CV no es un motor que toque uno todos los días así que convenía fijarse en él. Os podéis imaginar que con 204 CV y un par máximo de hasta 450 Nm su capacidad de respuesta y de afrontar hasta la más complicada cuesta es bastante amplia (e innecesaria para la mayoría). Así es este motor nuevo, que sustituye al anterior V6 HDi que montaba el 407, pero también adolece de alguna que otra pega; ningún motor es completamente perfecto.
Antes de adentrarnos en su comportamiento la transmisión montaba para este motor es automática: una caja de cambios de nueva factura con seis marchas, levas del cambio tras el volante y un modo “S” o “Sport” para premiar la respuesta deportiva antes que la de confort. La palanca central permite elegir entre P, R, N,A y M (- o +) como cualquier otro cambio automático pero ésta es algo incómoda a la hora de moverse entre estas opciones.
En salida de parado la caja de cambios funciona en modo suave cambiando muy pronto y dejándose llevar cómodamente por una baja presión en el acelerador. Con más presión la aguja sube y con más presión todavía realiza un rapidísimo cambio de marchas, no digo que imperceptible pero casi, para escoger una desmultiplicación menor y obtener así un mayor caudal de potencia. Conduciendo de este modo el coche se deja llevar muy fácilmente.
A la hora de elegir el modo “Sport” el asunto cambio. La gestión del motor y de la transmisión cambia, simplemente con pulsar el botón es normal que baje de marcha. Así está preparado para que de un pisotón entregue toda la fuerza y el coche ofrezca ese tirón tan esperado por el que busca sensaciones. Subir de 70-80 Km/h a velocidad máxima genérica de autopista se hace fugazmente o, como se dice en mi tierra, en “un vira vira“.
Jugando un poco con él hasta velocidades de autopista y sin ser demasiado precavido para conseguir buenos consumos la media se iba a los 8-9 litros. Es alta pero hay que tener en cuenta que no estaba buscando ahorrar en combustible sino probar la forma en la que entrega su fuerza. Su potencia es más que suficiente para circular suavemente por carretera sin bajar de la quinta marcha, entre ésta y la sexta se apaña uno para ir cómodamente.
“Quiero un coche grande, nuevo, bonito y que consuma muy poco”. Es bastante pedir pero se puede llegar a algo parecido con la versión e-HDI que estrenará el Peugeot 508 en poco tiempo. Es diésel, cuenta con 112 CV revisados y una serie de herramientas para maximizar el ahorro de carburante durante el tránsito por la ciudad. Esos mismos caballos sacados fuera de la urbe se antojarán con algo insuficientes para adelantamientos.
Lo bueno para este caso es que la presencia del cambio manual pilotado ayuda a sacarle rápidamente un mayor rendimiento; las levas situadas tras el volante permiten bajar rápidamente de marcha y obtener el par máximo elevado de este motor. Pero vayamos a lo que importa, minimizar el consumo. El cambio CMP es de seis velocidades y se maneja de la misma forma que el cambio automático del 2.2 HDi aunque hay unas diferencias muy claras.
Para empezar que está orientado a alargar las marchas siempre que pueda, de ahí parte del ahorro energético. Para seguir que el cambio CMP no es tan rápido cambiando, simplemente obvia el embrague pero tarda casi tanto como una persona. Para finalizar que se alía con el Start&Stop que trabaja duramente para cortar el gasto durante las paradas prolongadas, que no son precisamente prolongadas: a partir de 8 Km/h al decelerar se para el motor.
El alternador especial que lleva permite re-arrancar el motor en décimas de segundo sin demasiada vibración ni ruido (al menos con el coche nuevo) para retomar la marcha. Deshaciéndose del motor en marcha durante los semáforos, el consumo puede bajar hasta los 5 litros si uno circula con buen tacto en el acelerador. El modo Sport está para alejarse de esos cambios cortos y aprovechar más el recorrido del motor. Así el consumo tampoco se dispara demasiado si se utiliza durante un corto tiempo.
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