Peugeot 308 CC | Vizcaya | 5.468
La situación actual de Alfa Romeo es triste. De capa caída, con ventas que bajan un 7,1% respecto al año pasado en Europa, y con una gama reducida a dos modelos, el MiTo y el Giulietta. El porqué de esta situación es fácil de explicar: el 159 resultó un desastre comercial, lo mismo que el Brera y el Spider, por lo que se decidió darles carpetazo para liberar la factoría de Nápoles donde se ensamblaban, y colocar allí al nuevo Panda. El MiTo, que tenía que haber resultado un best seller a la altura del MINI, resultó decepcionante en sus ventas, y no por el tipo de producto, la calidad o la gama, sino porque mediáticamente creemos que está poco difundido. La gente tiene una mala percepción de Alfa, y la tardanza en el relevo del 147 tampoco ayudó.
La manera de rescatar Alfa Romeo la tiene clara Marchionne, y lo que está haciendo es esperar a los tiempos y economías de escala adecuados para poder poner en ejecución su plan maestro. Un plan que si sale bien tiene que colocar a Alfa en una nueva senda para conquistar cifras de 400.000 coches vendidos al año, pero que de salir mal acabará de la peor manera posible, porque se van a invertir muchos millones y recursos en intentar ponerla "donde se merece".
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