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América renace
12/01/2011 - Novedad
El Chrysler 300 podemos entenderlo como una importante señal, la industria del automóvil norteamericana se reinventa para seguir al frente. Tras unos años de incertidumbre y la compra por parte del Grupo Fiat, ahora Chrysler vuelve con más fuerza que nunca con un nuevo buque insignia, el 300. El 300 C anterior, fue un éxito comercial en el mercado norteamericano y en Europa dejó un buen sabor tanto por su diseño como por su relación calidad-precio.
El diseño es un aspecto que se ha cuidado mucho en este modelo, para empezar en la calandra frontal nos encontramos con el nuevo logotipo de Chrysler. El nuevo emblema cuenta con unas alas de estilo muy futurista. Según con que ojos lo miremos podremos llegar a encontrar un cierto paralelismo con el diseño del logotipo actual de Aston Martin. El nuevo logo pierde el sello antiguo que lucía en el centro, para solo reflejar el nombre de la marca en la parte central con una tipografía más moderna y de color plateado.
Un cambio de estilo que, sin duda, refleja la nueva imagen de la marca americana. Aunque las líneas de este modelo sean completamente nuevas salta a la vista que se trata de un 300, pues guarda ciertas semejanzas con el modelo anterior, el 300 C. Esto no hace más que reafirmar la imagen de marca y la presencia del propio modelo. Un modelo que cuenta con un gran número de adeptos en todo el planeta.
La fabricación del 300 modelo 2011 se lleva a cabo en la planta que Chrysler tiene en Brampton, Ontario (Canadá). Las primeras unidades llegarán a los concesionarios a lo largo del primer trimestre de este mismo año 2011. Desde la década dorada de los años cincuenta, Chrysler cuenta con una berlina de lujo con el nombre de 300, esta nueva generación pretende perpetuar esta tradición en pleno Siglo 21.
Texto: Narcís Reixach
Diseño Premium
Se mire por donde se mire el nuevo Chrysler 300 refleja que estamos ante una berlina de lujo, el gran número de elementos cromados que encontramos alrededor de la carrocería así lo atestiguan. En la parte frontal destaca sobremanera la calandra de grandes dimensiones formada por siete lamas cromadas, un diseño que recuerda a la calandra “Single-Frame” de Audi. Los grupos ópticos delanteros integran luces diurnas de LED en forma de C. En la línea lateral se muestra muy puro, con una superficie completamente lisa de la que destacan los pasos de ruedas sobredimensionados. En la trasera los cromados también son los grandes protagonistas, tanto en los pilotos traseros como en los embellecedores que recorren la base del portón trasero.
Interior amplio y lujoso
El interior es completamente nuevo con un estilo muy americano, pero con un refinamiento que casi podríamos equipararlo al de las berlinas Premium europeas. Los materiales que se han empleado en el interior tienen un tacto suave y agradable, las tapicerías son de primera calidad y también se han empleado materiales nobles como madera para las inserciones del salpicadero o bien piel Napa para los asientos. Como no podía ser de otra forma, el cromo es otro de los grandes protagonistas del interior.
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De relevancia
Destacamos: Se pierde la letra “C”
El nombre del nuevo modelo de Chrysler es 300 a secas, mientras que sus dos predecesores en orden cronológico fuero 300 C y 300 M. Entre los años sesenta y setenta el 300 se comercializó como ahora, sin ninguna letra en su nomenclatura. Entre 1955 y 1965 el 300 cambió de letra cada año para reflejar de forma clara que se trataba de un modelo completamente nuevo. De esta forma pasamos del 300 a secas, al 300B, 300C y así hasta llegar al 300L de 1965, la letra “I” no la emplearon, directamente pasaron de la H a la J.
