Seat exeo st | Vizcaya | 9.519
NOTA: Coloco este reportaje aqui, si no es el lugar idóneo ruego al moderador lo mueva a donde lo considere oportuno, gracias.
Si el Peugeot 508 con carrocería berlina convence por la elegancia de su línea, la calidad de su interior y su suavidad de marcha, la versión SW añade ese punto práctico que supone el portón trasero. Si te decides por la mecánica turbodiésel HDi de 163 CV de potencia, podrás viajar cómodamente sólo o en familia sin apenas percibir los kilómetros.
Características técnicas
Cilindrada 1997 cc
Potencia: 163 CV (3750 rpm)
Tracción: Tracción delantera
Consumo medio:6.7 L / 100km
Velocidad máxima:222 km/h
Aceleración 0-100:8.9 seg
Emisiones CO2:130 gr/km
Consultar ficha técnica
Cuesta 1.400 € más que la berlina
El Peugeot 508 SW es la versión familiar del 508 y sustituye al veterano 407 SW, modelo lastrado por una capacidad interior limitada, sobre todo en lo referente al espacio disponible en las plazas traseras, algo que soluciona perfectamente su sustituto. El 508 SW es, además, uno de los turismos más recientes del mercado, una interesante opción entre los familiares derivados de berlinas medias tipo Citroën C5, Ford Mondeo, Opel Insignia, Renault Laguna, Seat Exeo o Volkswagen Passat. Frente a todos ellos, el Peugeot hace gala de un diseño afilado y moderno sin renunciar a un interior grande, muy aprovechable y práctico.
Abatiendo los respaldos traseros se obtiene una superficie totalmente lisa.
El Peugeot 508 con carrocería familiar se diferencia de la berlina por un habitáculo más práctico gracias, sobre todo, al tamaño del portón trasero. En ambos, el espacio interior es prácticamente el mismo, excepto en las plazas traseras, donde el SW ofrece 3 centímetros más a lo ancho y 5 en altura. El maletero del familiar, de 512 litros -560 litros sin la rueda de repuesto- mejora en 15 litros al de la berlina. Claro que esta capacidad (medida hasta la línea de la cortinilla que cubre el equipaje), puede ampliarse aprovechando todo el espacio que queda libre hasta el techo. Una de las virtudes del 508 SW proviene del gran tamaño del portón y de la baja línea de carga, lo que permite introducir objetos voluminosos con gran facilidad.
Equipamiento innovador
Nada más acceder al interior se percibe un diseño rectilíneo moderno, muy agradable, en el que los materiales y sus ajustes cuentan con una buena calidad. Existen numerosos botones y teclas de control repartidos por el salpicadero, la consola central y el volante. Con el nivel de acabado Allure, el más completo, se disfruta de una serie de elementos innovadores de gran ayuda para el conductor. Cuesta unos 2.000 euros más que el básico Active, pero merece la pena pagarlos. El Allure cuenta, por ejemplo, con un display que proyecta información básica sobre el parabrisas, perfecto si no fuese porque se ubica en una posición demasiado baja y porque su lectura se complica si sobre él incide luz solar; un sistema de acceso y arranque sin llave; freno de mano eléctrico mediante botón; cambio automático de luces cortas a largas y viceversa; faros de xenón con alumbrado activo; techo panorámico de cristal de grandes dimensiones; climatizador independiente de cuatro zonas; navegador con pantalla de grandes dimensiones, conexión Bluetooth; sensores traseros de ayuda al aparcamiento y cristales oscuros, entre otros elementos.
El conductor dispone de un puesto de conducción completo y ergonómico.
El acceso al interior resulta bastante fácil gracias a unas puertas de gran tamaño. Los diferentes reglajes del asiento del conductor y de la columna de la dirección permiten encontrar una cómoda posición al volante. La visibilidad es buena en prácticamente cualquier ángulo; la única limitación la encuentro hacia los tres cuartos traseros y hacia delante, donde es difícil percibir la zona más alejada del capó. A la hora de aparcar, son de gran ayuda los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, aunque echo en falta la existencia de una cámara proyectora de imágenes, no disponible ni en opción.
Conducción: Como la seda
El 508 SW es un coche que ofrece una gran estabilidad y unas cotas de comodidad muy elevadas, independientemente del tipo de asfalto por el que se mueva. Aunque a la hora de superar baches elevados se percibe que la suspensión es algo seca, no llega a molestar a los ocupantes. Otra virtud es la facilidad con la que se conduce, ya que responde rápidamente y con suavidad a cualquier orden del automovilista. El habitáculo está perfectamente aislado del exterior y apenas se perciben balanceos de la carrocería ni en curvas rápidas, ni en giros lentos.
La suspensión trabaja bien sobre cualquier tipo de asfalto.
El motor 2.0 HDi de 163 CV se sitúa en medio de la oferta de mecánicas turbodiésel: la gama parte de un 1.6 HDi de 112 CV y su variante ‘eco’ e-HDi de idéntica cilindrada y potencia, ambas de muy bajo consumo, y la corona un 2.2 HDi con 204 CV y cambio automático. De los tres motores, me quedo con el de 163 CV, ya que ofrece unas prestaciones más que interesantes con unos consumos medios reales que se fijan en torno a los 6 litros cada 100 km. Se trata de un buen punto de equilibrio, cuyo broche perfecto sería una caja de cambios automática de seis velocidades -cuesta 1.200 euros más-, inexistente en la versión probada, que montaba una transmisión también de seis relaciones pero de accionamiento manual. Los desarrollos largos de esta caja de cambios, sobre todo en sus últimas marchas, limitan la capacidad de aceleración, pero mejoran los consumos.
En marcha, el 508 SW 2.0 HDi 163 CV ofrece un buen rendimiento y permite mantener unas elevadas velocidades de crucero consumiendo poco combustible. En autopista y vías rápidas se mueve como pez en el agua, ya que el motor proporciona siempre suficiente fuerza sin necesidad de reducir constantemente marchas. Claro que, ante repechos pronunciados o maniobras de adelantamiento, conviene bajar al menos una relación. Aunque la caja de cambios no es un prodigio de rapidez, en este tipo de vehículo, familiar y devorador de kilómetros, no resulta una pega. En zonas de curvas, el coche se adapta perfectamente al trazado y, a no ser que lo forcemos en exceso, siempre se mostrará predecible y de reacciones nobles. En ciudad, en cambio, el 508 cuenta con un radio de giro algo corto, lo que dificulta, por ejemplo, las maniobras de aparcamiento. En cuanto a los frenos, nada que objetar, cumplen perfectamente su cometido.
¿Será tu próximo coche?
La versión familiar del 508 es tan elegante como la berlina pero más práctica.
Puede serlo si aprecias las ventajas que ofrece un familiar de última generación como este Peugeot 508 SW, cuyo amplio y versátil interior no compromete la estética de una carrocería de formas elegantes y dinámicas. De entre la oferta turbodiésel, el motor 2.0 HDi de 163 CV de potencia, es el más equilibrado por su buena relación entre prestaciones y consumos. En marcha te enamorará por lo fácil y cómodo que es de conducir. Y si te lo puedes permitir, te recomiendo que pagues los 2.000 euros de más que cuesta el acabado tope Allure, ya que incluye numerosos elementos muy útiles y avanzados.
¿Buscas un coche como éste?
¿Te interesa el 508 SW, pero quizá con otra motorización o acabado?. En la sección Coches nuevos de Autocasion.com puedes encontrar interesantes ofertas: utiliza el buscador para localizarlas por marca y modelo o por carrocería. Por ejemplo, en el caso del Peugeot 508 SW, puedes consultar su oferta más destacada y también las de sus rivales.
Destacable
Cómodo y fácil de conducir.
Relación prestaciones/consumo.
Diseño elegante y moderno.
Mejorable
Pocos huecos portaobjetos.
Equipamiento completo, pero caro.
Diámetro de giro corto.
Mas Información y Fuente>>> https://actualidad.autocasion.com//wp-content/themes/autocasion/pruebas/95629/analizamos-el-peugeot-508-familiar/