Para todo amante de las cuatro ruedas es archiconocido el el Fiat
126, y un país donde ha sido muy idolatrado ha sido Polonia, con una importancia similar a la que tuvo el Seat 600 en España. El
Fiat 126p fue producido en la fábrica FSM en Polonia, entre 1973 y el
año 2000, surgiendo como una copia bajo licencia Fiat, donde se le
añadieron los términos "Polski" y la letra "p", para distinguirlo de los
modelos fabricados en Italia y otros países. El país polaco fue apodado de forma cariñosa con el término "Maluch" que se puede traducir como "bebé", debido a su pequeño tamaño.
Sin embargo, de todos los Fiat 126p que existen en Polonia, hay uno que es único e irrepetible, al menos en lo que a su carrocería se refiere, como se puede apreciar en las imágenes. ¿Pero cuál es la historia de este peculiar Fiat 126p? Vamos a descubrirlo.
Para ello tenemos que viajar temporalmente hasta principios de siglo, y situarnos en la ciudad de Środa Wielkopolska, situada en el centro-oeste de Polonia (curiosamente entre Berlín y Varsovia) Allí, un señor llamado Henryk Musielak, que inspirándose en la carrocería de un Datsun 240Z, coordinó el trabajo de carrocería que llevaron a cabo sus alumnos en un taller sobre un "Maluch" del año 1981.
Tras su construcción nada se sabe de este coche, hasta que en el año 2013 aparece en una subasta que llama la atención de un coleccionista llamado Grzegorz Sztobryn, quien no duda en hacer una puja por el modelo.
Sin embargo, Sztobryn no resulta ganador de la misma, pero se le presentó una segunda oportunidad. Porque años después, pudo comprar directamente el Fiat 126p Sport Coupé a quien fue ganador de dicha subasta, por lo que el vehículo pasó a formar parte de la gran colección del señor Sztobryn, quien posee un pequeño museo conformados por unas 25 unidades del Fiat 126, no sin haber realizado antes algunos leves trabajos de carrocería puesta al día del motor para convertirlo en un modelo completamente funcional.
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